Todos los explotadores de empresas y todos los empleados que entran en contacto con alimentos en cualquiera de sus formas están sujetos a un deber especial de diligencia hacia el consumidor final y hacia sí mismos. Para garantizar la mayor seguridad posible a los consumidores y protegerlos de riesgos para la salud, engaños, disgustos y otros efectos adversos, el legislador exige a los explotadores de empresas alimentarias que adopten una serie de medidas propias.

Estos requisitos, que se basan en los principios del concepto APPCC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), se fundamentan, entre otros, en el Reglamento CE 852/2004 del Código Alimentario Alemán (LFGB). Estos requisitos pueden variar de una empresa a otra y dependen totalmente del tipo de empresa, el producto y el riesgo para el consumidor, el tipo de comercialización, los canales de distribución y muchos otros aspectos. Situación: abril de 2015.

Con el fin de proporcionar a los operadores de empresas alimentarias cierta ayuda a este respecto, la Oficina Veterinaria y de Protección de los Consumidores ofrece varias plantillas que pueden utilizar en la forma especificada o adaptada para su propia inspección.