Neroberghotel
El 1 de agosto de 1881 se inauguró en el Neroberg un restaurante con cervecería al aire libre y alojamiento. Pronto se convirtió en un popular destino de excursiones para los habitantes de Wiesbaden y los turistas.
El Neroberghotel se amplió por primera vez en 1887. Además de más habitaciones, se le añadió un vestíbulo y, como atracción especial, una torre de observación de unos 15 metros de altura. La construcción del ferrocarril de Neroberg en 1888 dio un gran impulso al Neroberghotel. En 1897, el edificio fue remodelado y ampliado de nuevo según los planos del arquitecto municipal de Wiesbaden Felix Genzmer. En dos años, lo transformó en un prestigioso hotel de lujo de estilo historicista tardío con cafetería de excursiones, pabellón de música y otras comodidades. La transformación se coronó con la elevación de la torre mirador a casi 30 metros. En 1907, el Neroberghotel se conectó a la red eléctrica municipal y en 1909 se le dotó de calefacción central. Ampliado y modernizado de nuevo en 1911, el Neroberghotel sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y pudo continuar su éxito de antes de la guerra. En los años veinte, se alojó aquí, entre otros, el primer Premio Nobel ruso, Ivan Alexeyevich Bunin.
La gran época del Neroberghotel llegó a su fin con la Segunda Guerra Mundial. El edificio fue reclamado por la Wehrmacht y el NSDAP. Tras la guerra, las fuerzas armadas estadounidenses utilizaron el inmueble, que apenas sufrió daños por los bombardeos, como comedor de oficiales y como alojamiento para oficiales superiores. En 1956, devolvieron el Neroberghotel, que estaba en mal estado, a Wiesbaden. En 1965, el hotel dejó de funcionar y sólo permaneció abierta la cafetería.
A principios de la década de 1970, la Oficina Federal de Policía Criminal utilizó temporalmente el edificio, en 1975-78 el local de música "Nero" abrió sus puertas aquí, y de 1979-84 estuvo disponible como "Nero Musikpalast" para que bandas y grupos ensayaran. Los edificios se fueron deteriorando poco a poco. Dos incendios provocados en 1986 y 1989 hicieron el resto. Los restos del antiguo hotel de lujo fueron demolidos. Todo lo que queda es la torre mirador, que ya no es accesible y forma parte del café que se ha reabierto en el Neroberg.
Literatura
Blisch, Bernd: Kleine Wiesbadener Stadtgeschichte, Ratisbona 2011 [p. 91].
Spiegel, Margit: Membretes de empresas de Wiesbaden. Vistas de edificios en cartas comerciales y facturas. Otros 50 retratos breves de empresas y hoteles, vol. 2, Wiesbaden 2011 [pp. 72-77].