El espacio público es de uso común. En el centro de las ciudades, en particular, su diseño y uso están condicionados por intereses privados y comerciales.

Sin embargo, cada vez es más evidente que los espacios públicos se ven sobrecargados por el creciente número de expositores de mercancías, puestos publicitarios y mobiliario de hostelería, por lo que a menudo se devalúan en términos de calidad.

El objetivo de esta directriz es que la calidad del diseño de los espacios públicos centrales vuelva a estar en consonancia con la importancia del paisaje urbano establecido. El aspecto del centro de la ciudad debe reflejar el carácter del lugar como centro de la sociedad urbana, así como el centro histórico y funcional de la ciudad.