A principios del siglo XIX, los artesanos, comerciantes y obreros disponían de terrenos edificables baratos para construir casas modestas para ellos y sus familias.

Lo que más tarde se conocería como Bergkirchenviertel está delimitado por las calles Coulinstrasse y Saalgasse al sureste, Nerostrasse al noreste, Röderstrasse al noroeste, Schwalbacher Strasse al oeste y Oberer Schulberg y Heidenmauer al suroeste. La Nerostrasse fue la primera calle que se construyó en el nuevo barrio, en 1809. La Röderstraße se añadió hacia 1820. En el barrio de Bergkirchenviertel se construyeron modestas casas de una sola planta con establos y pequeños jardines. En 1879, el Bergkirchenviertel estaba totalmente urbanizado y poblado.

En la década de 1950 se detectaron graves "deficiencias urbanísticas" en el Bergkirchenviertel. Se criticó la insuficiente dotación de aseos, cocinas y sistemas modernos de calefacción en los pisos. El arquitecto Ernst May, encargado por la ciudad de Wiesbaden de rediseñar el Bergkirchenviertel, presentó en 1961 un proyecto que preveía la demolición total del antiguo Bergkirchenviertel -con excepción de la Bergkirche, construida entre 1876 y 1879- para construir en su lugar bloques de apartamentos y edificios de gran altura.

Hasta que comenzaron las primeras obras, a mediados de los años sesenta, no hubo protestas significativas de la población local. Pero entonces la resistencia empezó a agitarse. El rechazo masivo que suscitaron los planes de Ernst May entre los representantes municipales les llevó a rechazar el proyecto en 1971 y a llevar a cabo en su lugar una reurbanización moderada y respetuosa con el carácter del barrio. Las obras comenzaron en 1976 y continuaron hasta la primera década del siglo XXI.