Adolfo Conde de Nassau, rey alemán
Adolfo Conde de Nassau
nacido: ca. 1255
murió: el 02.07.1298 en la batalla de Hasenbühl, cerca de Göllheim (Palatinado)
Adolfo de Nassau, hijo del conde Walram II zu Nassau, había sido conde reinante desde 1274 aproximadamente. A la muerte del rey Rodolfo de Habsburgo en julio de 1291, el arzobispo de Colonia Siegfried II de Westerburg propuso al supuestamente débil Adolfo de Nassau como candidato a rey frente al hijo de Rodolfo, Albrecht. En la capitulación electoral de Andernach, Siegfried había asegurado amplias restituciones para el arzobispado, debilitado tras la batalla de Worringen (1288), en caso de éxito electoral de Adolfo de Nassau.
Sin embargo, Adolfo zu Nassau, elegido el 5 de mayo de 1292 y coronado en Aquisgrán el 24 de junio de 1292, no cumplió las garantías, sino que intentó adquirir nuevas tierras reales mediante la compra de tierras en Turingia y por medio del Marco de Meissen. La vecindad inmediata del arzobispado de Maguncia prácticamente excluía cualquier expansión de su poder en el Rin Medio, que sólo incluía Weilburg además de los alrededores de Wiesbaden, Sonnenberg e Idstein. Sin embargo, Adolfo de Nassau entró en conflicto con el rey Wenceslao II de Bohemia por el margraviato de Meissen. El conflicto con el arzobispo de Maguncia también llegó a un punto crítico porque Adolfo zu Nassau no cumplió con sus obligaciones de pago y también amenazó los antiguos derechos de Maguncia en Turingia.
Excomulgado por el papa Bonifacio VIII, el arzobispo de Maguncia Gerhard von Eppstein reaccionó a las acciones militares de Adolfo presionando para su deposición, lo que consiguió el 26 de abril de 1298. Albrecht de Habsburgo, que luchaba por sus posesiones y ya había sido elegido sucesor del rey en una elección legalmente cuestionable antes de la batalla, se enfrentó al rey de Nassau en una batalla de caballeros cerca de Göllheim el 2 de julio de 1298. Adolfo de Nassau cayó en la batalla.
La valoración del reinado de Adolfo ya era controvertida entre sus contemporáneos y lo sigue siendo en la investigación hasta nuestros días. Su valentía y preocupación por el imperio se destacan positivamente, mientras que su venalidad e impetuosas acciones militares se consideran negativas. A Adolfo zu Nassau se le considera un representante de los "pequeños reyes". El año de su muerte fundó la abadía de Klarenthal, donde también fue enterrada su esposa Imagina von Isenburg-Limburg en 1318. Inicialmente fue enterrado en la abadía de Rosenthal y desde 1309 reposa en la catedral de Speyer.
Literatura
Gerlich, Alois: Adolfo de Nassau (1292-1298). Auge y caída de un rey, el oficio de gobernante y el electorado. En: NA 105/1994, [pp. 17-78].
Schubert, Ernst: La deposición de Adolfo de Nassau. En: Thumser, Matthias et al. (eds.): Studien zur Geschichte des Mittelalters, Stuttgart 2000, pp. 271-301; Schütte, Jana Madlen: Gedenken - Erinnern - Rühmen. Sobre la memoria de Adolfo de Nassau. En: NA 2013/124, [pp. 75-101].