Queridos huéspedes de la ciudad de Wiesbaden,

Cada vez que camino desde el barrio de los compositores por el Kurpark hacia la ciudad, me siento de vacaciones y enseguida empiezo a relajarme. El camino hacia el estanque que hay detrás de la Kurhaus es un sueño: un pequeño sendero serpentea a lo largo de un arroyo detrás de las villas de la Sonnenberger Straße, los pájaros pían, te encuentras con dueños de perros paseando a sus mascotas, los corredores pasan a tu lado por la mañana y por la tarde..... En otras palabras, te sientes como en el bosque.

Luego se llega a los jardines del balneario, vallados (abiertos todos los días de 17:00 a 20:00, en verano hasta las 23:00). Este magnífico parque de 75.000 metros cuadrados se trazó a principios del siglo XIX al estilo de un jardín paisajista inglés. Arbustos de rododendros y magnolias forman un mar de flores en primavera, muchos árboles, algunos exóticos, dan sombra en verano y el césped es ideal para hacer picnics. Justo a la entrada del Kurpark se encuentra la plaza Nizza, con un hermoso parterre de flores, un busto de Fiódor Dostoievski (que encontró aquí, en Wiesbaden, la inspiración para su famosa obra "El jugador") y dos antiguas columnas de la primera Kurhaus, en la colina Eiskeller.

En la sala de conciertos se siguen celebrando conciertos de música clásica y pop. El estanque, con su fuente de seis metros de altura, desprende un aire mediterráneo e invita a jóvenes y mayores a remar o navegar a pedales. El salón "1907" recuerda al edificio de la actual Kurhaus y ofrece refrescantes bebidas alcohólicas y no alcohólicas, así como aperitivos culinarios (abierto en las tardes de verano, de jueves a domingo). Y mientras muchos adultos pasan el rato jugando a la petanca bajo la sombra de los árboles, los más pequeños pueden desahogarse en el pequeño parque infantil. ¿Quién no entiende por qué Wiesbaden es también conocida como la "Niza del Norte"?

Le deseo una estancia maravillosa y relajante.