La disposición de sus detalles, como la torre de 40 metros de altura, el pabellón y el vestíbulo, están diseñados desde un punto de vista pintoresco. El interior de la estación -en contraste con el exterior- es de arenisca amarilla.

Debido al creciente número de pasajeros en la ciudad balneario en aquella época, se hizo necesario construir una nueva estación de ferrocarril. Como estación término, se evitó a los huéspedes del balneario tener que subir escaleras.

Tras su renovación, en los últimos años se han ido añadiendo tiendas a la estación principal, de modo que aquí también se pueden hacer compras fuera del horario normal de apertura.