El monumento a los caídos en la guerra franco-prusiana de 1870/71, situado en la calle Schiersteiner Straße, se erigía originalmente en el patio de armas del Regimiento de Fusileros de Hesse nº 80 y fue inaugurado el 16 de diciembre de 1874, día del cumpleaños del mariscal de campo Gebhard Leberecht von Blücher, que propició la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo.

El monumento cuadrado de diez metros de altura, que descansa sobre un robusto zócalo de arenisca, está coronado por un remate sobre el que descansa un león de bronce, símbolo de valentía y fuerza. Sobre la cornisa, cuatro águilas de bronce con coronas de laurel en sus garras adornan el monumento de guerra. El friso superior enumera los lugares donde se ganaron las batallas (Weißenburg, Wörth, Sedán, París). En las esquinas cuelgan ocho cruces de hierro con anillas; en los cuatro lados del monumento conmemorativo de guerra hay placas de mármol con los nombres de los caídos. El título de la placa conmemorativa de la parte frontal contiene la dedicatoria y los nombres de los donantes: "A los camaradas del Regimiento de Fusileros de Hesse nº 80 que permanecieron en la campaña de 1870/71, el cuerpo de oficiales". Debajo figuran los nombres de los oficiales caídos. Encima de los rayos de sol tallados del monumento conmemorativo, está escrito en semicírculo el credo del 80º regimiento: "Y cuando llegue nuestra hora en el rojo de la batalla, bienvenida sea entonces la muerte conmovedora del soldado".

El monumento de guerra se trasladó a lo que entonces era la plaza Gersdorff en 1910/1911, después de que se construyera allí un conjunto de barracones, hospital militar y comedor de oficiales. Cuando en 1936 la plaza Gersdorff tuvo que dejar paso a una reorganización de las infraestructuras, se trasladó de nuevo a la calle Schiersteiner Straße. Ahora se encuentra en una plaza de nueva planta, a 100 metros del emplazamiento original, más alejado de la ciudad.