Sin embargo, Fráncfort no es sólo un centro financiero, sino también una ciudad de las artes con un extraordinario paisaje teatral y museístico que cuenta con 40 museos. Sólo los museos situados a orillas del río Meno están engarzados como las perlas de un collar: desde el Museo de Artes Aplicadas hasta el Museo Alemán de Arquitectura, pasando por el Museo Alemán del Cine o el Museo Städel, hay un total de 16 museos y centros de exposiciones de prestigio internacional.

El centro histórico de Fráncfort alberga la casa natal de Johann Wolfgang Goethe, la Catedral Imperial, Römerberg y la Iglesia de San Pablo, testigos de la historia alemana. Todo ello a poca distancia a pie, al igual que las orillas del Meno, un agradable paseo en el corazón de la ciudad con bares de copas y zonas verdes. Más tranquilas son las tradicionales tabernas de sidra del lado de Sachsenhausen. Fráncfort también ofrece un variado programa para familias con el zoo, el Palmengarten y el Museo Senckenberg, el mayor museo de historia natural de Alemania.

El Museumsuferfest, uno de los mayores festivales culturales de Europa, se celebra el último fin de semana de agosto. La atención se centra en los museos de Fráncfort, que permanecen abiertos hasta altas horas de la noche con un variopinto programa. El festival tiene un tema diferente cada año y ofrece a los visitantes una combinación única de arte y cultura, música y gastronomía de muchos países diferentes de todo el mundo.

Para cerrar el año con broche de oro y contagiarse del espíritu navideño, lo mejor es visitar el tradicional mercado de Navidad de Fráncfort, que tiene lugar en el corazón de la ciudad, en el Römerberg. En uno de los mercados navideños más antiguos de Alemania, como dijo Goethe, se puede ser humano con vino caliente o sidra.