El estruendo de los caballos al galope resuena por las laderas, los cuernos suenan desde lejos, los ladridos de los perros acompañan al séquito ducal: si se deja vagar la mirada por los imponentes bosques y prados de las laderas del Taunus, es fácil imaginar cómo cazaban antaño las celebridades europeas sobre "el Platte". El pabellón de caza del Platte, terminado en 1826, era una importante atracción social. De un modo ligeramente diferente, eso es exactamente lo que vuelve a ser hoy.

El antiguo pabellón de caza se eleva 500 metros sobre Wiesbaden, pero está a un paseo del centro de la ciudad. El mejor punto de partida es el extremo norte de la ciudad, en el Neroberg: pasada la iglesia ortodoxa rusa y cruzando el Rabengrund, la ruta de senderismo de cinco kilómetros atraviesa el Parque Natural del Rin-Taunus. No se alarme si un ciervo o un venado se cruza en su camino a lo lejos: El antiguo coto de caza sigue siendo conocido por su extensa población cinegética.

Una vez en la cima, el castillo lujosamente restaurado y la posada vecina Jagdschloss Platte le dan la bienvenida con un menú que incluye clásicos alemanes y franceses. Aunque duques y zares ya no residen aquí, gracias al espectacular tejado de cristal, las ruinas siguen siendo una atracción social, para celebraciones de bodas, por ejemplo.