El 4 de septiembre de 1978, el ingeniero Wilhelm Dyckerhoff fue nombrado ciudadano honorario de Wiesbaden. En su discurso elogioso, el alcalde Schmitt alabó las cualidades empresariales del homenajeado para la empresa familiar de hormigón y cemento, así como su compromiso con el Estado y la sociedad.

Dyckerhoff fue diputado de la ciudad por la CDU en 1952 y presidente del distrito durante varios años; siguió siendo miembro honorario del ayuntamiento hasta 1961.

Como Presidente del Club Hípico y de Conducción de Wiesbaden, contribuyó decisivamente a que el torneo de Pentecostés se convirtiera en un acontecimiento de talla mundial. En otras organizaciones, abogó por el deporte ecuestre a escala nacional e internacional.

Entre sus numerosas actividades sociales destaca su labor como voluntario en el patronato de la Diakoniegemeinschaft Paulinenstift. En el marco de este compromiso con la sanidad, también participó en la creación de los hospitales de Wiesbaden y Nastätten.

El concejal Nierhaus explicó que Wiesbaden quiere devolverle con esta ceremonia el favor por el compromiso de tanto corazón y comprensión con su ciudad natal. Wilhelm Dyckerhoff agradeció emocionado las palabras de elogio y, a continuación, firmó en el Libro de Oro de la ciudad.