El 19 de mayo de 1953, unos sesenta miembros del orfeón Liederkranz de Milwaukee (EE.UU.) visitaron la capital del estado federado de Hesse en su gira por Alemania.

Tras exitosos conciertos en Hamburgo y Bonn, entre otros lugares, visitaron primero la fábrica de vino espumoso Henkell durante su escala en Wiesbaden. Tras una degustación de la famosa gota, los cantantes fueron recibidos en el ayuntamiento, al igual que sus predecesores hace cuarenta años. Allí fueron recibidos con una serenata por el Wiesbadener Männergesangsverein. Los estadounidenses respondieron al saludo musical con la canción "Harmonie hält uns zusammen" (La armonía nos mantiene unidos), demostrando que no sólo sabían hablar y cantar alemán, sino también conservar las canciones alemanas al otro lado del Atlántico.

Tras felicitar al orfeón por su reciente 75 aniversario, sus miembros firmaron el Libro de Oro de la ciudad en presencia del Presidente del Orfeón Norteamericano, Paul Wagner.