Durante el Diálogo de San Petersburgo, celebrado del 13 al 15 de octubre de 2007, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Vladimir Putin, hicieron una breve aparición pública en la Kurhaus de Wiesbaden.

Los representantes de la ciudad tuvieron que esperar casi una hora en el recinto, acordonado por motivos de seguridad, antes de que los invitados de Estado llegaran finalmente al Salón Kaiser Wilhelm.

Ante sesenta invitados, Putin y la Dra. Merkel firmaron finalmente el Libro de Oro de la ciudad.
Debido a la apretada agenda, no hubo tiempo para discursos, ya que hubo que firmar una serie de contratos después de que lo hicieran diez representantes de ministerios y empresas de ambos países. La visita de Estado terminó al cabo de sólo diez minutos, cuando el Canciller dijo: "Bueno, ya está. Adiós, ha sido agradable estar aquí".