Rodeada de huertos y viñedos, Delkenheim ha conseguido conservar su encanto rural hasta nuestros días. Su monumento emblemático es la Ländchesdom, que se construyó en sólo dos años y, con su inconfundible silueta, es una de las iglesias más bellas de la zona. Delkenheim también alberga uno de los tres campos de golf de Wiesbaden.