Historia
El pabellón de caza Platte existe desde el siglo XIX y cuenta con una larga historia.
"Un monumento vivo ...". El pabellón de caza Platte se construyó entre 1823 y 1826 y se utilizaba como residencia de otoño de la familia ducal de Nassau durante la temporada de caza. Fue una casa prestigiosa en su época.
Las colinas boscosas de las laderas del Taunus, por encima de Wiesbaden, con vistas despejadas al valle del Rin, ya eran en el siglo XVIII un coto de caza principesco y la residencia favorita de los soberanos.
El tamaño del coto de caza con su enorme población cinegética, el imponente castillo y los ilustres huéspedes que allí se alojaban, entre ellos el zar Alejandro II, la zarina María Alexandrovna y la emperatriz Eugenia, convirtieron pronto "die Platte" en un centro de la vida social. Tanto más cuanto que el palacio estaba a disposición de los ciudadanos y de los huéspedes del balneario para visitas y eventos durante la ausencia del duque.
Destruido en un ataque aéreo
Durante la Segunda Guerra Mundial, un ataque aéreo destruyó el edificio hasta los muros exteriores en 1945. Sólo quedaron reconocibles los cimientos y la escalinata de la casa. En las décadas siguientes, las ruinas, que corrían peligro de derrumbarse, se dejaron deteriorar por completo.
No fue hasta 1987 cuando una iniciativa, la actual "Stiftung Jagdschloss Platte e.V.", se hizo cargo del castillo con la intención de volver a hacerlo utilizable. Los primeros trabajos de restauración de las ruinas comenzaron en 1989. Desde 1993, se utiliza para bodas, fiestas y otros eventos.
Se conserva el carácter de las ruinas
En 2003, el edificio recibió un moderno tejado de cristal formado por cuatro cuadrados, que se extiende por todo el edificio y resalta la estructura histórica restante en forma de pirámide invertida. De este modo se ha preservado visualmente el carácter de las ruinas. La combinación de arquitectura antigua y elementos nuevos, así como el tejado de cristal y el mirador, acentúan el carácter extraordinario del castillo.
El interior se amplió aún más en otoño de 2006, y desde abril de 2007 el edificio vuelve a estar disponible para eventos sin ningún tipo de restricción.
Desde entonces, el castillo goza de gran popularidad como lugar de celebración poco habitual, y cada vez son más los visitantes que acuden a esta obra maestra de la arquitectura durante todo el año, ya que un moderno sistema de climatización garantiza una estancia agradable en cualquier época del año. El encantador mirador y el techo de cristal son un atributo especial y permiten a los huéspedes disfrutar al máximo de los cambios de estación. Las celebraciones corporativas y familiares, las ocasiones festivas, las conferencias o las presentaciones encuentran aquí el escenario perfecto, dejando mucho espacio para la creatividad y el diseño individual.