El 13 de junio de 1988, durante la 36ª Conferencia Federal del partido CDU, el alcalde Achim Exner invitó a los líderes del partido a una recepción en la Kurhaus. Como segundo Canciller Federal tras su predecesor Helmut Schmidt, el Dr. Helmut Kohl, seguido del Presidente del Bundestag, Philipp Jenninger, firmó el Libro de Oro de la ciudad durante la ceremonia.

El Dr. Kohl quedó impresionado por la Sala Thiersch de la Kurhaus, recientemente renovada, y explicó en su discurso que durante sus años en Maguncia había ido a menudo a comer decentemente a la capital de Hesse. También admitió que, a pesar de sus orígenes palatinos, el mejor vino crece en los alrededores del monasterio de Eberbach. Por último, pero no por ello menos importante, dio fe de que Wiesbaden es una ciudad con mucha cultura, encanto y espíritu cívico.

Exner agradeció a su distinguido invitado sus amables palabras y, por último, obsequió a la esposa del Canciller, Hannelore Kohl, con una tartaleta de mazapán de una pastelería de la Wilhelmstraße.